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(Artículo Abril)


“El número de deposiciones diarias es indicador de salud intestinal y sistémica”
Por Jesús Álvarez-Herms
Cuando hay cronicidad, el número elevado de deposiciones fecales es indicativo de procesos y enfermedades inflamatorias intestinales. Sin embargo, en estos casos, la clínica se asocia a un número mayor a 5 diarias y con una consistencia pastosa o líquida relacionada con una menor capacidad de absorción de nutrientes y función intestinal.
El estado de la microbiota intestinal, la mucosa y las funciones de permeabilidad intestinal han sido investigadas durante los últimos años con interés creciente. Una pérdida de diversidad microbiana se ha asociado con procesos de disbiosis y diferentes patologías intestinales y sistémicas. La pérdida de diversidad está asociada con diferentes aspectos como la alimentación, el estilo de vida, la actividad, física, etc. Una menor ingesta de fibra soluble e insoluble, una elevación en la ingesta de proteínas de origen animal y carbohidratos simples se asocia con un empeoramiento de la microbiota. Estas conclusiones fueron descritas en un artículo que publiqué el año 2024 (ver referencias).
Recientemente, un estudio publicado en la revista Cell ha descrito como el número de deposiciones fecales diarias tiene relación directa e inversa con la diversidad de la microbiota intestinal. En sus conclusiones, un número de deposiciones elevado o reducido (anormal) afecta la salud sistémica e incrementa la acumulación de metabolitos en la sangre derivados del microbioma intestinal y la pérdida de permeabilidad. Este número de deposiciones anormal está relacionado con diferentes factores como la cantidad de comida, la velocidad y el tipo de alimentos, la hidratación, la actividad física, la producción de moco, los ácidos grasos de cadena corta, ácidos biliares, neurotransmisores y las contracciones peristálticas del complejo migratorio motor intestinal.
Un rango elevado de defecaciones se ha asociado con una menor diversidad alfa del microbioma intestinal, mayor inflamación, mayor susceptibilidad a patógenos entéricos y una peor salud general. Por el contrario, un rango anormalmente bajo (p. ej., estreñimiento) se ha asociado con una mayor diversidad alfa del microbioma intestinal con una elevación de metabolitos tóxicos renales y hepáticos que incrementan el riesgo de afecciones renales, hepáticas y neurodegenerativas.
Un aspecto relevante que relaciona los resultados del estudio de la revista Cell con mi publicación describe como la elevada ingesta de proteína de origen animal incrementa su fermentación intestinal, elevando especies bacterianas que producen toxinas urémicas que incrementan el deterioro de la función renal, hepática y del sistema nervioso. Este cambio de microbiota fermentativa, reduciendo la sacarolítica (fibra) y aumentando la proteolítica es más acentuada en el caso del estreñimiento. Se sabe que la producción reducida de SCFA debilita las contracciones del músculo liso que impulsan la peristalsis, actuando como una retroalimentación positiva sobre el estreñimiento.
Los aspectos psicológicos también tienen una relación clara con el número de deposiciones por la activación de la peristalsis asociada al sistema nervioso autónomo. No se debe subestimar el efecto de las deposiciones anormales y la salud sistémica porque son descriptivas de enfermedades subyacentes a nivel orgánico, sobre todo en el largo plazo.
La producción de metabolitos desde la microbiota hacia la sangre tienen relación con el daño orgánico principalmente en función renal, hepática y el sistema nervioso. Por este motivo, la valoración del número de deposiciones es informativo de una microbiota más o menos saludable y el indicativo para hacer cambios en el estilo de vida.
Es recomendable, incrementar la cantidad de fibra dietética con vegetales y fruta de temporada y reducir la ingesta de proteína de origen animal además cuando la actividad física es de alta intensidad y larga duración como ocurre en deportistas. Otros componentes como el café, que aumentan la activación de la peristalsis o la irritación de la mucosa podrían agravar estos estados donde un mayor número de deposiciones se asocia a menor capacidad de absorción de nutrientes.
Se recomienda atender a indicadores de salud sistémica desde procesos diarios de respuesta de nuestro cuerpo. Mejorar la salud sistémica es esencial para mejorar el rendimiento físico.
“NO NORMALICEIS PROCESOS, NO JUSTIFIQUEIS ESTADOS”
En una condición normalizada, una deposición diaria (máximo 2) sería fisiológicamente adecuado y normalmente asociada a horarios similares ligados a ritmos circadianos.
Referencias:
https://www.cell.com/cell-reports-medicine/fulltext/S2666-3791(24)00360-4
https://www.mdpi.com/2076-2607/12/6/1138
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-
6736(25)00145-X/abstract